La sonrisa de Demetria contagia a todo el que la conoce. “Doña Menchita”, como la llaman, tiene 88 años y es originaria de Valladolid, Yucatán.
Seguramente te es familiar esto: “viejos los cerros… y reverdecen”. Para “doña Menchita” eso aplica a la perfección. Podríamos decir que es parte de su vocabulario. Ella es un torbellino. ¡Literal!
El texto “Cambios biopsicosociales en la vejez”, elaborado por la Facultad de Medicina de la UNAM, nos detalla particulares conforme se va envejeciendo.
En el sistema musculoesquelético se ha observado que en el anciano el hueso se endurece, se debilita y se hace más quebradizo. La pérdida de estatura media es de 1 a 2 cm cada dos décadas…
Cuando el anciano entra en la década de los 80 y 90 años, se observa una disminución más rápida en la altura vertebral debido al hundimiento osteoporótico de las vértebras, el resultado es un acortamiento del tronco… La fuerza muscular disminuye lentamente, aunque a partir de los 50 años de edad se aprecia a menudo una disminución de la resistencia física”.
Pero, “Doña Menchita” no sabe de limitantes. Con casi nueve décadas de vida y madre de ochos hijas, a su edad, se sube a un árbol de caimito para cortar sus frutos.
Luis Enrique Sanchez compartió en su cuenta de Facebook, la habilidad de su “abue” con una foto, un video y un mensaje:
Cuando me preguntan: ¿Y tú abuelita, como está? Ella baja su cayomitos. Le dicen que no, que ya se suben otros. Es terca. Jajajaja. Cada ves sorprende más. ¿Y tu ‘abue’, cómo es”.
¿Quién hace esto con suma facilidad? Seguramente muy pocos.